miércoles, 19 de enero de 2011

La Moviola

La primera máquina, con la que se podían editar las películas en films, es el aparato inventado por el holandés Iwan Serrurier, la Moviola. Con ella se avanza considerablemente en las posibilidades de edición, ya que permitía reducir el número de personas necesarias para realizar el montaje, haciendo que bastara únicamente con el propio montador, y algun ayudante si fuese necesario.
Con la aparición de esta, se permitió a los editores visionar cada toma y seleccionar los cortes para que el montaje sea el adecuado. Hasta antes de la llegada d la moviola, el director tenía que hacer los cortes a ojo, visionandolos uno a uno, sin poder reproducirlos, teniendo que recordar toda la película para que luego al pasarla al proyeccionista para visionarla y comprobar la adecuación de los cortes, tratar de no cometer fallos de racord o errores en la historia narrativa.
Se trata de una tarea laboriosa y que se realiza de forma totalmente artesanal, ya que cada montador tiene que recortar los fotogramas que crea necesarios y luego encajarlos y montarlos de la manera que crea conveniente para realizar un montaje adecuado.
El trabajo de los montadores es hacer coherente y bien compuesta las ideas del director, con el material grabado, y no requieren de la presencia del montador durante la grabación de estas. Es por esto que es el montador el que tiene la visión más objetiva de lo que se está llevando a cabo y como conducirlo a un buen montaje. Es como un espectador más, pero con la capacidad de decidir que planos y cortes seleccionar.
Es por esto que el montador, tiene la capacidad de enbellecer una historia o de arruinarla, dependiendo de si realiza bien su trabajo, o no. Ya que el con el material bruto de lo que se ha grabado, y teniengo como base el conocimiento de la historia, puede decidir el orden d los planos, la duración, etc.. para hacer del montaje un recurso estético más. Y hacernos disfrutar de la película sin preocuparte de si tiene coherencia lo que estás viendo, o no; si no te das cuenta más que de la propia historia narrativa, sin preocuparte del propio montaje, es que el montador, ha realizado bien su trabajo.
Por ejemplo, una historia lineal y simple de comprender si se montara de esta manera, puede resultar mucho menos atractiva y no gustar. Si por contra la misma historia, la cuentas con saltos en el tiempo, tanto para adelante como para atrás, pero sin perder la uniformidad y la comprensibilidad de la historia, podría resultar mucho más atractiva para el espectador. Aunque está claro que este recurso no podría apliucarse a todas las historias.
 Actualmente existen diversos programas de edición y montaje, que nos facilitan la labor, sin la necesidad de disponer de la película en film, y utilizando nada más que los propios archivos digitales. HAciendo que la tarea que la moviola simplificó tanto a los montadores de aquella época, quede aun mucho más simplificada si cabe. Y quién sabe hasta dónde llegará el mundo de la edición con los progresos futuros.